Como arquitectos, la raíz de nuestro entendimiento y apreciación por la arquitectura se origina desde la infancia, en donde las experiencias físicas y sensoriales, estilo de vida y relaciones humanas que experimentamos, moldean, definen y agudizan la percepción y la pasión que sentimos por esta hermosa profesión, que con la práctica y el paso del tiempo nos acerca cada vez más a una arquitectura que en sus formas y espacios reflejan nuestra propia biografía.