La leyenda dice que las mellizas nacieron una noche particularmente oscura. En cuanto la madre empezó a sentir los dolores del parto, sintió también pena por sí misma.
¿Qué se podía esperar de un nacimiento marcado por Mercurio retrógrado? Han pasado ya muchos años desde que esas mellizas, Rosa y Rayén, llegaron al mundo, pero la oscuridad de aquella noche ha alcanzado para arruinar vidas.