El fenómeno del consumo artístico ha sido poco estudiado hasta ahora en nuestra sociedad, y sufre un injusto desconocimiento a pesar de que gran parte de los problemas del arte provienen de su consumo y no de la forma como se produce. Juan Acha establece en la presente obra un envidiable equilibrio de rigor científico y de sensibilidad artística y estética, al analizar las motivaciones que determinan el consumo de obras de arte (en este caso visuales) y sus efectos. Al mismo tiempo, describe claramente las diferentes operaciones del consumo: sensoriales, sensitivas y teoréticas. En el texto, el término consumo es utilizado como recepción, contemplación y disfrute. Con este vocablo, el autor da una idea de la amplitud y complejidad de la realidad de consumo, cuya versión artística se extiende más allá de la percepción ordinaria.