La antropología kantiana, más que en la diversidad y relatividad de las culturas, se centra en los rasgos específicos de la especia humana, si bien para ensanchar el volumen de la antropología se recomienda viajar o al menos leer libros de viajes y prestar atención a las obras literarias y a las biografías, pues aunque en ellas la ficción invente y acuse ciertos rasgos, vienen a ser un extracto de la observación de lo que los hombres hacen debido a personas de inteligencia penetrante.