Maestro de un género que exige la depuración del lenguaje y un timing que no admite las salidas en falso, Kjell Askildsen, nacido en Mandal, Noruega, tierra de los hiperbóreos, relata historias enmarcadas dentro de lo que podría llamarse un realismo aparentemente familiar y citadino, pero articuladas con rencores, obcecaciones malhadadas, disputas nunca resueltas (o deliberadas in extremis), y odios jamás comunicados en su momento.