Un rumor circula por Tokio... Oculta en uno de sus callejones hay una pequeña cafetería que merece la pena visitar no solo por su excelente café, sino también porque, si eliges bien la silla donde sentarte, puedes regresar al pasado. Pero como incluso lo increíble está sujeto a limitaciones, no podrás abandonar la cafetería mientras dure el viaje, para volver deberás beberte el café antes de que se enfríe y, hagas lo que hagas, el presente no cambiará.