Dominic Hice que la despidieran porque tuve un mal día y me desquité con una mesera inocente en una pizzería. Aunque Ally Morales de inocente no tiene ni un pelo, y lo demuestra el primer día en su nuevo trabajo, que resulta ser en mi oficina.
Y no la puedo despedir porque mi madre, la CEO, la contrató... técnicamente. Puede que me guste que me confronte, y tal vez sus ojos cafés y su lengua afilada se hayan adueñado de todas mis fantasías.