A finales del siglo XIX y principios del XX, Viena era la capital dela cultura en Europa. En esta ciudad se produjeron notables progresos en todos los campos del saber humano. Aquí se hicieron importantes avances en termodinámica, nacieron las ideas más importantes de Hayek y también se originó la exquisita música de Gustav Mahler y, por supuesto, el movimiento psicoanalítico de Sigmund Freud. Se sabe con seguridad que, en su juventud, Hans Kelsen acudiría en varias ocasiones a tertulias ofrecidas por el padre del psicoanálisis. Más aún, que dictaría algunas conferencias durante estas reuniones.