Lo que el ser humano necesita es amor. Hoy la palabra esta falsificada: su abuso y manipulación la han ido degradando; a cualquier cosa se le llama amor. En el tablero de la psicología juegan al ajedrez los sentimientos y la razón, arbitrados por la cultura. El amor inteligente tiene tres notas básicas en su sinfonía: corazón, cabeza y espiritualidad, sin olvidar que lo cotidiano nunca es banal ni insignificante. El mejor amor se echa a perder si no se cuida a base de pequeños detalles.