Para poder crear vínculos libres y auténticos con los demás primero hemos de aprender a disfrutar de nuestra propia compañía. La soledad es una de las emociones más intensas y dolorosas. Prueba de ello es que hacemos cualquier cosa para evitarla.
De hecho, la gran mayoría de adultos somos sociodependientes, adictos a la nicotina social. Es decir, a la irracional necesidad de estar permanentemente en contacto con otras personas.