París, 1931. María Antonieta Rivas Mercado se quita la vida en la catedral de Notre Dame con la pistola de su amante, José Vasconcelos, mientras él la espera para desayunar. Había llegado a Francia con la esperanza de apartarse del torbellino de un México corrompido tras el fraude electoral de 1929, donde había sido pieza clave para la campaña presidencial de Vasconcelos que terminó aplastada por Plutarco Elías Calles.