Irene tiene 72 horas para repensar su decisión, la que tomó meses atrás, cuando se dio cuenta de que su menstruación no llegaba. Ahora está a punto de dar a luz y entregar a su bebé en adopción.
Durante su estadía en el hospital, y a través de recuerdos fragmentados sobre su familia y su pasado, Irene nos cuenta su historia: la figura de su madre imponente.