Ser mujer es una experiencia llena de contrastes.
Ser mujer es maravilloso y es abrumador. Tenemos una capacidad impresionante de creación, de concepción, somos empáticas, excelentes comunicadoras, imparables cuando nos proponemos algo, luchadoras, intuitivas. Sin embargo, hay veces que nos sentimos abrumadas al lidiar a lo largo de nuestra vida con diversas situaciones negativas, pero seguimos de pie.