Todo el París del siglo xix hablaba de Madame Lenormand, aquella extravagante sibila aristócrata y sus infalibles predicciones.
Su personalidad irresistiblemente magnética y una biografía llena de lagunas y contradicciones, fueron los ingredientes necesarios para el nacimiento de una leyenda que, aún hoy, sigue fascinando a cuantos se acercan al personaje.